El pueblo de Maras se caracteriza por sus extraordinarias portadas con fino labrado en piedra, así como sus dinteles con esculturas en bajo relieve.
El pueblo de Maras fue fundado en la colonia por el español Pedro Ortiz de Orué, y fue ocupada masivamente cuando los nobles cusqueños fueron despojados de sus palacios en el Cusco y tuvieron que salir a establecerse en otros pueblos pequeños.
Maras sirvió de bastión para los invasores en sus incursiones contra el pueblo de Ollantaytambo durante la guerra iniciada por Manco Inca por la recuperación del imperio incaico.
Muchas de sus casas están blasonadas con escudos nobiliarios en sus dinteles de piedra lo que indica la importancia adquirida en aquella época cuando fue lugar de paso obligado para los arrieros y sus mulas que transportaban productos tropicales y especialmente hojas de coca desde la selva alta cusqueña para satisfacer las necesidades de la ciudad del Cusco y el país.
Maras sirvió de bastión para los invasores en sus incursiones contra el pueblo de Ollantaytambo durante la guerra iniciada por Manco Inca por la recuperación del imperio incaico.
Muchas de sus casas están blasonadas con escudos nobiliarios en sus dinteles de piedra lo que indica la importancia adquirida en aquella época cuando fue lugar de paso obligado para los arrieros y sus mulas que transportaban productos tropicales y especialmente hojas de coca desde la selva alta cusqueña para satisfacer las necesidades de la ciudad del Cusco y el país.