El venado colorado fue muy apreciado en el Perú antiguo por servir de fuente alimenticia, curtiembre y ornamental, siendo un animal silvestre y grácil de hábitos diurnos y solitarios, muy bien adaptado a las zonas con vegetación densa.
El venado colorado se distribuye en el Perú en hábitats hasta los 2000 msnm en territorios como los bosques secos del norte del Perú, la ceja de selva y los bosques húmedos.
Actualmente se encuentra protegido en estado silvestre en los Parques Nacionales Bahuaja Sonene, Cerros de Amotape, Manu, Tingo María, Yanachaga Chemillén, Reserva Nacional Pacaya Samiria, Santuario Nacional Huayllay, Tabaconas Namballe, Santuario Histórico Machupicchu; y las Zonas Reservadas Tambopata Candamo.