José Gil de Castro fue un destacado pintor, considerado un artista de transición, entre la Colonia y la República. Debido a su labor retratística, tuvo la posibilidad de viajar por Argentina y Chile, realizando importantes encargos en estos países.

El óleo es la técnica fundamental sus obras aplicandolo temáticamente a realizar retratos de la aristocracia y de los grandes políticos y militares de la época de la Independencia en América Latina. Las principales características de sus obras son la simetría de sus composiciones, la simplificación de sus personajes, el detallismo y la fidelidad de los accesorios, el tratamiento peculiar en los rostros y manos, y el manejo del claroscuro y colores satinados. Sus cuadros contienen elementos descriptivos empleando textos; es decir, las cartelas, y en ellos hay un marcado acartonamiento de las figuras y una gran penetración psicológica en los rostros.