Cuenta la historia que en vista de la alta estima que el Conquistador Francisco Pizarro le tenia a su amigo, el Capitán Geronimo de Aliaga, quien lo acompaño en la conquista y con intención de tenerlo cerca suyo, decidió donarle la mitad del Palacio de Taulichusco, a fin de que Aliaga construyese su allí su casa.
La casa permanece tal y como se edifico, presentando características poco comunes en su construcción, por haber sido levantada en parte sobre un antiguo y probable adoratorio indígena que se extendía desde la Casa de Aliaga hasta la parte posterior de Palacio de Gobierno. La construyeron tomando varios planos, aun bajo el nivel del primer piso. La distribución de la entrada, con una pequeña terraza, que antecede a los salones principales, es una clara muestra del desnivel existente por la presencia del adoratorio indígena.
En la actualidad, reside en esta vivienda la décimo sexta generación de los De Aliaga, cuyos integrantes han cambiado solamente los elementos decorativos que, con el correr del tiempo, se han deteriorado. En la fachada principal se observa aún el balcón de cajón de estilo republicano.
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